miércoles, 28 de noviembre de 2012

Steve McCurry: "El fotoperiodismo está en su momento más difícil en 30 años"


El fotógrafo estadounidense Steve McCurry, mundialmente conocido por retratar el drama de la guerra en los ojos verdes de una niña afgana en un campo de refugiados, considero hoy con pesimismo el estado del fotoperiodismo como profesión y aseguró verlo "en su momento más difícil en 30 años".

McCurry rodeado de modelos durante la gala de presentación del Calendario Pirelli 2013 en Río de Janeiro

McCurry, galardonado con la Medalla de Oro Robert Capa y cuatro primeros premios en el concurso World Press Photo, explicó en una entrevista en Río de Janeiro que es el momento de que los fotoperiodistas se renueven para "encontrar nuevas formas de contar historias y de vivir".

"Estamos viviendo una transición, creo que habrá un buen futuro pero hay que trabajar duro", señaló el fotoperiodista, que en 1984 concentró la esencia del conflicto afgano en la mirada de ojos verdes de una huérfana de 12 años en un campo de refugiados en Pakistán que fue portada de la revista de la National Geographic.

McCurry, de 62 años, ha vuelto a la actualidad pero no por documentar un conflicto bélico, sino por firmar el famoso calendario Pirelli 2013, que gracias a su mano de activista y documentalista, ha pasado a tener un contenido de compromiso social.

Este veterano nacido en un suburbio de Filadelfia, en Pensilvania (EE.UU.), se ha convertido así en el primer fotógrafo de la mítica agencia Magnum en realizar el calendario de la marca de neumáticos.

"Me lo pidieron, puse mis condiciones y me sentí cómodo con el proyecto. Aceptaron escoger modelos apasionadas por intentar hacer del mundo un lugar mejor", dijo McCurry.

Según el fotógrafo, motivos como "la situación económica, los atropellos al medio ambiente y los Derechos Humanos" hacen de hoy un buen momento para cambiar el contenido del calendario que hasta ahora había sido firmado por iconos de la imagen de moda.

A lo largo de su carrera este fotógrafo ha recorrido los seis continentes y más de un centenar de países, ha cubierto numerosas regiones en conflicto, como Oriente Medio, los Balcanes y Asia central.

Es precisamente en Asia y en concreto en Pakistán, Afganistán e India, donde McCurry ha tomado sus fotografías más célebres, como la famosa portada de la National Geographic.

"Hay que inventar algo extraordinario, los fotoperiodistas tenemos que ser creativos, no sé si a través de multimedia, pues no sé que pasará en el futuro, pero hay que ser exigente", aseguró.

McCurry se refirió al trabajo del español Samuel Aranda, que ganó este año el primer premio World Press Photo por una imagen de las revueltas en Yemen, como "excelente, asombroso, muy profundo y muy vivo".

Por último, aseguró que su próximo "gran proyecto" será un libro de fotografías sobre la práctica del budismo en distintos países del globo.


Fotos publicadas en El País de España

domingo, 18 de noviembre de 2012

Una semana lloviendo, una semana sin agua

Hace una semana que llueve sin descanso en Río de Janeiro, es esa lluvia británica a la que el carioca no sabe acostumbrarse, tampoco las calles de la ciudad ni la forma de vida permiten que uno encuentre alternativas a salir de casa.
Y mientras la humedad tropical hace que las paredes negras se vuelven verdes, las playas se vacíen y los vendedores ambulantes se queden sin trabajo, los vecinos de la favela más coqueta de la zona sur estamos sin agua en casa.
Paradojas cariocas.

martes, 16 de octubre de 2012

La Policía tumba las barreras de fuego del mayor bastión narco de Río


 Diez minutos bastaron para que un nutrido grupo de infantes de marina y de policías de élite del estado brasileño de Río de Janeiro atravesaran hoy las barricadas de fuego y piedras dejadas por los narcotraficantes que dominaban el complejo de favelas más peligroso de esta ciudad.





Como si de la frontera de un país en guerra se tratara, una docena de tanques de la Marina y un contingente de más de 1.500 hombres armados con fusiles esperaron en la madrugada de este domingo la orden de invadir las favelas de una de las zonas de la ciudad más afectadas por el narcotráfico.
Poco antes del amanecer, los uniformes negros de los agentes del Batallón de Operaciones Especiales (BOPE) de la Policía Militarizada y los fusileros navales entraban arma en ristre en los oscuros y apretujados callejones de las barriadas de Manguinhos, Jacarezinho, Mandela y Varginha, convertidas en centros de distribución y consumo de drogas.
Estas favelas vecinas en la zona norte de Río de Janeiro se convirtieron en reducto de la banda criminal Comando Vermelho (Comando Rojo) tras la ocupación hace dos años del Complexo do Alemao, un conjunto de barriadas próximo y que durante décadas fue el mayor fortín de esa organización.
Con el incesante sobrevuelo de los helicópteros que daban apoyo a la operación, los soldados del BOPE irrumpieron en un barrio donde los vecinos, a sabiendas de la llegada del contingente policial, se refugiaron en sus casas.

Calles desiertas, solo pobladas por algunos adictos al crac que paseaban sin rumbo, se iluminaban con las fogatas prendidas por los delincuentes para dificultar la entrada de las autoridades.
El abandono en que fue dejado por el Estado esta región en la que viven 71.000 personas dejó como resultado el paisaje grotesco que los tanques de las Fuerzas Armadas encontraron al levantarse el sol de este domingo.
Aceras anegadas por el barro y la basura, cerdos, buitres, gallos y perros salvajes eran los condimentos que, según pudo constatar Efe, formaban parte de esta zona de la ciudad castigada por la violencia y radicalmente distinta a la imagen idílica de playas turísticas que ofrece Río de Janeiro fuera de Brasil.
Casas destartaladas, paredes con grandes agujeros, techos de chapa caídos y paredes pintadas con mensajes contra la policía dibujaban el paisaje que los fusiles del BOPE iban encontrando.
La fuerza militar y policial usada hoy no dejó lugar a resistencia por parte de los bandidos que hasta ahora marcaban su propia ley en estas favelas.
La operación se saldó sin muertos ni heridos ya que no hubo enfrentamientos. Los pocos tiros que se escucharon al comienzo de la incursión fueron avisos que provenían de los vigilantes de los narcotraficantes para confirmar la llegada de la policía, anunciada hace tres días por el Gobierno.
Con la primera luz del día solo un pequeño bar se atrevió a abrir sus puertas para ofrecer un café a los pocos vecinos que osaban salir de sus casas.
"¡Qué se lleven a todos esos 'cracudos'!", pedía una mujer que no quiso identificarse en referencia a los adictos al crac que inundan la favela y las vías del tren aledañas a la villa.
Estas favelas carecen de infraestructuras públicas pese a estar enmarcadas por la Avenida Brasil, la Línea Amarilla y la Avenida Suburbana, tres de las principales vías de Río de Janeiro y que conducen a locales estratégicos como el centro y el aeropuerto internacional.
Tan solo cuando las patrullas que recorrían los pasadizos de la barriada comenzaron a retirarse hacia la entrada de la misma y cesaron los cacheos sistemáticos, los habitantes se atrevieron a salir de sus casas.
Entonces algunas tiendas comenzaron a abrir, con comerciantes curiosos por ver si toda la pirotecnia desplegada servirá para cambiar su vida a mejor.

"Merecemos seguridad, tranquilidad y respeto", explicó Wilton Barbosa a Efe desde su repisa de la casa de ultramarinos que regenta.
Barbosa criticó las operaciones policiales que no discriminan entre los bandidos y los trabajadores honestos, pero aseguró tener esperanza en que esta "invasión" sirva para mejorar la calidad de vida de los vecinos. 
Texto publicado para Efe en ElComercio, Cadena Ser y otros medios españoles. Así como en diarios latinoamericanos y estadounidenses: Latin America Herald Tribune, Univisión.

viernes, 12 de octubre de 2012

El alcalde olímpico

Río de Janeiro ha vuelto a elegir a Eduardo Paes como alcalde de la ciudad. En su nuevo mandato enfrentará desafíos como la visita del Papa el año que viene, además de que la "cidade maravilhosa" será sede de partidos de la Copa Confederaciones.  En 2014 Río recibirá encuentros del Mundial de Fútbol y en 2016 los Juegos Olímpicos. ¿Habrán elegido bien los cariocas?

Foto de un cartel electoral en la favela de Babilonia, cerca de Copcabana.

jueves, 20 de septiembre de 2012

Y el (mega) calor llegó a Río de Janeiro


A tres días del final del invierno, Río de Janeiro registró una temperatura de 41,2 grados, según el Instituto Nacional de Meteorología, convirtiendo este día en el más caluroso del año.
Y así de bonita quedó la playa de Copacabana llena de cariocas disfrutando del sol, en el único lugar donde el calor se puede soportar.










jueves, 13 de septiembre de 2012

La expulsión de narcos permite avance social en favelas de Río, según un estudio de la London School of Economics


La expulsión de los narcotraficantes de las favelas de Río de Janeiro ha permitido una "regeneración social" y un avance en la lucha contra la exclusión, según un estudio divulgado hoy.
La investigación -realizada por un equipo de la London School of Economics and Political Science con apoyo de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco)- fue presentada en Río de Janeiro durante el seminario internacional "Sociabilidades subterráneas: identidad, cultura y resistencia en comunidades marginadas".



 Según la brasileña Sandra Jovchelovitch, profesora de esa universidad británica, el "modelo carioca de desarrollo social" es un prototipo para otras regiones del mundo.
"En Río de Janeiro, la ciudad maravillosa aunque aún dividida, vuelve a haber luz en algunos territorios hasta ahora invisibles", dijo Jovchelovitch en la favela de Cantagalo, situada a un centenar de metros de la turística playa de Copacabana, durante la presentación del estudio.
Las autoridades de Río de Janeiro llevan a cabo desde 2008 una campaña de seguridad publica conocida como "pacificación" que consiste en expulsar a las bandas de narcotraficantes de las favelas e instalar en ellas comisarías de Policía Militarizada, todo ello acompañado de programas sociales.

Las Unidades de Policía Pacificadora (UPP), como son conocidas estas dependencias policiales, representan un "nuevo diálogo que genera una nueva sensación de seguridad", agregó Jovchelovitch.
Conforme al estudio, un 53 por ciento de los habitantes entrevistados en barrios con UPP siente que ha mejorado la seguridad, aunque también relatan "abusos frecuentes" de la policía y aseguran "ser vistos como criminales".
El proyecto, realizado durante tres años, comprende una investigación del modo de vida en las barriadas cariocas a través de 204 entrevistas con habitantes de los barrios de Cantagalo, Cidade de Deus, Madureira y Vigario Geral.

La investigación también incluye el seguimiento de 130 proyectos de las ONG locales AfroReggae y Confederación Única de Favelas (Cufa).
Jovchelovitch señaló que la familia, la iglesia, el tráfico de drogas y la actividad de las ONG son las características que componen la vida de las barriadas donde vive un 20 por ciento de la población de Río de Janeiro, de 11,8 millones de habitantes en su área metropolitana, de acuerdo con datos oficiales.
Destacó que la falta de estructura familiar es uno de los grandes problemas de las favelas, donde el 70 por ciento de los menores de entre 12 y 17 años vive en un hogar con el padre ausente.

Todos los participantes en la investigación declararon que han sufrido "pérdidas, dolor y violencia" relacionada con el narcotráfico, según el estudio.
El informe alaba el trabajo de las ONG locales por su capacidad "multifacética" y su lucha contra la exclusión en las barriadas.

"Las mejorías en las favelas también contribuyen a que haya cambios en el asfalto", en referencia a los barrios acomodados de la ciudad, dijo Nega Gizza, una de las cofundadoras de Cufa.
El texto apunta que "en muchos casos" las comunidades de las favelas están marcadas por la "escasez" del Estado, siendo la policía la "única cara visible".
Las relaciones de los vecinos con la policía y con las facciones de narcotraficantes son "complejas", aunque los habitantes "temen más la vida fuera de la favela que dentro de ella", agrega.
Publicado para Efe en el Diario Vasco

domingo, 26 de agosto de 2012

El trabajo en el basurero de Río de Janeiro, uno de los más grandes de Sudamérica


El vertedero, que tiene el bucólico nombre de Jardín Gramacho, ocupa una enorme explanada en el municipio de Duque de Caxias, en el extrarradio de Río, y se encuentra pegado a la Bahía de Guanabara, un paraje ecológico inigualable que contrasta con las montañas de basura que todos los días son depositadas en el lugar por decenas de camiones.
Inaugurado en 1976, durante el régimen militar que gobernó Brasil de 1964 a 1985, este basurero ha provocado un alto impacto ambiental por la descomposición de los desperdicios que generan gas metano, uno de los responsables del calentamiento global.
Una gran cantidad de los residuos generados en Río de Janeiro y varios municipios vecinos termina aquí y atrae a infinidad de moscas y buitres.



Antes, un 70% de la basura de Río de Janeiro llegaba al Gramacho pero desde que en 2011 se abrió el Centro de Tratamiento de Residuos de Seropédica, a 75 kilómetros de la antigua capital brasileña, la cantidad se ha ido reduciendo.
Hasta su cierre el pasado junio, unas 2 mil toneladas de basura eran arrojadas en este vertedero cada día, es decir una cuarta parte de lo que recibía unos años atrás, según la Alcaldía.
De la recolección y posterior venta de metales, cartón, latas, plástico o papel viven los "catadores", como son conocidos en Brasil los recolectores que pasan el día entre pilas enormes de basura, y sus familias.
El trasiego de camiones cargados de residuos no para en las 24 horas del día, mientras los recolectores tienen turnos de día y de noche y los buitres no dejan de sobrevolar la zona en ningún momento.
Un trabajador explicó que por un kilogramo de cobre, el material más buscado, pueden obtener hasta nueve reales (unos $4.7), dos reales por uno de aluminio y tan solo un real por cada kilogramo de plástico que se afana en poner en las grandes bolsas de lona que lleva consigo.
Celso Melquits, que trabaja en el Gramacho desde hace 18 años, cuenta que hubo un tiempo en el que podía ganar más dinero que un maestro de escuela y no los cien reales (unos $50) por día que consigue ahora.
"Si te movías bien podías sacar hasta 150 reales por día (unos $80), ahora no alcanza más que para el alquiler, un café y una empanada", dijo Melquits.
A sólo unos pasos, Elaine, de 24 años, usa un sombrero y guantes de plástico para que no se le ensucie el cabello ni se le estropee la pintura de las uñas.
La chica está terminando sus estudios y pretende continuar hasta ser peluquera, pero mientras tanto trabaja en el basurero para mantenerse.
Una mujer, llamada Angélica, asegura que quiere ganarse la vida dignamente y por eso viene aquí cada día desde 1994. "No quiero tener que pedir ni robar, no tengo estudios y ésta es mi única fuente de vida", explica.
Muchas ciudades en países de todo el mundo recurren a esta "solución" para eliminar los residuos generados de una forma más barata a corto plazo, pero que no tiene en cuenta el tremendo daño que hace al medio ambiente. Y el gran coste económico y de todo tipo que conlleva desmantelar este tipo de instalaciones.






viernes, 6 de julio de 2012

Pão de Açúcar

Río de Janeiro fue elegida patrimonio de la humanidad por la Unesco por paisajes como este.
Pão de Açúcar desde la playa de Botafogo

miércoles, 4 de julio de 2012

Gilberto Gil


Gilberto Gil, músico brasileño precursor del tropicalismo en su estudio en Río de Janeiro
04/06/2012





Gil guarda los premios que ha ido recibiendo durante su larga carrera en el cuarto de baño de su estudio.

lunes, 28 de mayo de 2012

Cataratas del Iguazú desde Brasil

Vista general de la "Garganta del Diablo" en las Cataratas del Iguazú en el Parque Nacional do Iguazú, en Foz de Iguazú, frontera de Brasil con Argentina, desde el lado brasileño.

sábado, 26 de mayo de 2012

Trabajando en Foz de Iguazú

Las cataratas del Iguazú, que comparten Brasil y Argentina, recibieron la placa de bronce que las distingue como una de las siete maravillas de la naturaleza en un acto apadrinado por representantes de los otros lugares elegidos por la fundación suiza "New 7 Wonders".


El presidente de la fundación "New 7 Wonders", Bernard Weber (c), muestra la placa de bronce que distingue a las cataratas del Iguazú como una de las siete maravillas de la naturaleza, viernes 25 de mayo de 2012, en Foz de Iguazú (Brasil).



miércoles, 23 de mayo de 2012

Surf en Arpoador, cerca de Copacabana

Cariocas aprovechan el viento y las grandes olas para practicar surf en Arpoador, cerca de Copacabana, en Río de Janeiro (Brasil). Al menos dos hombres han resultado heridos y han tenido que ser rescatados tras caer al agua al ser sorprendidos por las olas en una zona rocosa.
Foto publicada en el diario 20minutos de España y en El Tiempo de Colombia

domingo, 15 de abril de 2012

Fotografías horripilantes en los paquetes de tabaco de Brasil







Y la más gore:


Cuando llegué a Río de Janeiro hace unos meses aún fumaba tabaco de cajetilla y no paraba de sorprenderme de las fotos tan horribles que vienen en el reverso de los paquetes de cigarrillos. No se si esto realmente influye en los adictos para que dejemos de fumar, pero desde luego si que hace que la gente le pida al kiosquero que le cambie el paquete de la gangrena o el del bebe quemado por otros más "suaves".
¿Qué os parecen?
¿Creéis que sería útil que en España fueran así de fuertes también?
En Twitter han empezado una interesante reflexión a raíz de estas imágenes. ¿Por qué no subir el impuesto sobre el tabaco en lugar de recortar miles de millones en sanidad?
¿Cuánto gasto producimos los fumadores a la sanidad pública a largo plazo?