lunes, 12 de septiembre de 2011

Medio centenar de personas vuelven a impedir el desahucio de una anciana enferma

Apenas unas cincuenta personas han hecho falta para ejercer la suficiente presión social y mediática sobre el caso de desahucio de Victoria Sanz, una mujer de 84 años que sufre un cáncer terminal y a la que la empresa Prado Nuevo quería expulsar de su domicilio por un retraso en el pago de unos seis meses.

Victoria y su hijo Antonio en su domicilio con las cajas de mudanza (atrás) listas por si finalmente el desahucio se producía.
Algunas de las personas que han participado en la protesta, durante la llegada de la comisión judicial.
Victoria vive en la calle del Norte del madrileño barrio de Malasaña desde el año 1945 con su hijo, Antonio Quiroga, que es vendedor de cupones de la ONCE y nació en esta casa que hoy se encontraba llena de activistas y prensa, pero vacía de muebles y de objetos.
Victoria sentada en su butaca, donde pasa las 24 horas del día porque también sufre de obesidad mórbida, observaba esta mañana con los ojos bien abiertos el trajín que había en la casa. Mientras periodistas, abogados y activistas hablaban con su hijo, ella indicaba a una amiga donde guardar sus pertenencias, por si acaso les echaban de mala manera.
Tras una mañana que se les habrá hecho eterna, Victoria y Antonio han logrado su objetivo, se quedan en casa. Pero no se sabe por cuanto tiempo, sus abogados presentaron un recurso para conseguir que se celebre un nuevo juicio para evaluar el caso, ya que al ya celebrado no pudieron acudir pues la anciana estaba ingresada en el hospital.
Victoria, en la butaca donde permanece sentada 24 horas, ya que tiene una movilidad muy reducida
Dependen de eso, y de la aparición de un médico forense que debe determinar oficialmente el estado de salud de Victoria, eso podría ocurrir en los próximos días, según ha explicado un portavoz del Tribunal Superior de Justicia de Madrid.
"Hay juicios que se han cancelado porque una de las partes ha tenido una avería con el coche, no entendemos como no aplazaron el de Victoria sabiendo que estaba en el hospital", ha explicado el abogado, Alberto Martín, que ha mostrado una paciencia y un buen hacer con sus clientes, la prensa, la Policía y los demandantes que ya le gustaría a los abogados del Estado.
La asamblea popular del barrio de Malasaña, surgida a raíz del Movimiento 15-M, junto con la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) han sido los que han convocado esta acción solidaria que sin ningún incidente y sin nada de violencia ha conseguido su objetivo.
Pero no olvidemos que esta es una acción simbólica, unos 30 desahucios se ejecutan diariamente sólo en Madrid capital. Algunos serán justos, pero otros son lagunas o fallos del sistema judicial y político que deja fuera a los que más ayuda necesitan.
Las personas que están dedicando su tiempo a estas acciones están logrando poner cierta atención de los medios en un problema social enorme. La vivienda o la falta de ella, pero con caras y nombres propios.
La única alternativa que hasta ahora garantizan los servicios sociales en caso de que finalmente se produzca el desalojo, es pasar tres días en un albergue, ¡Y nada más! Después no hay nada previsto.
Así que esperemos que los abogados de Victoria y Antonio sigan con su buen hacer y logren frenar este desmán codicioso de una empresa que no quiere negociar porque le interesa, obvia pero desgraciadamente, el beneficio inmobiliario antes que la vida de dos seres humanos.

El portavoz de la PAH, habla con los abogados 
de la familia durante la negociación con la comisión judicial.
Aquí podéis leer mi noticia escrita en 20 Minutos

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